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[RETROSPECTIVA] Pingu y su aventura en la Game Boy

Pingu… seguramente la gente mas joven no lo conozca, pero en mi juventud era uno de mis personajes preferidos que podía ver las mañanas en la televisión. Sus aventuras eran cortas, ya que en cada capítulo tenían 2 o 3 cortos, y en ellos no hacia falta una trama para tenerte pegado a la pantalla y querer saber que le ocurrirá esta vez a nuestro querido pingüino de plastilina.

Para quien lo desconociera, Pingu tuvo su aventura en la Game Boy a manos del desarrollador Tom Crate y que distribuyo Bandai únicamente en japón. El juego no era extremadamente largo: en unos 30 o 45 minutos llegabas a controlar todos los minijuegos y terminarlo con facilidad. Pero su corta duración tiene un motivo: el gran trabajo artístico y la búsqueda de que no sufriera en el rendimiento.

Creo que también fue el motivo de porque no salió nunca de Japón, ya que lo mismo no tendría gran aceptación entre los jugadores fuera del territorio japones, quién sabe.

El juego nos transportara a cuatro de los episodios de la serie. En cada uno comenzaremos como siempre, con una escena donde ocurrirá algo. El personaje saldrá de la casa para pasar el rato y ahí es donde tomaremos control de Pingu. Generalmente nos moveremos por el escenario pulsando el botón hasta que activemos el evento, que suele ser un minijuego bastante entretenido.

Primero pescaremos peces; luego, nos tocara salvar a nuestra hermanita que no decidió mejor sitio para jugar que un trozo de hielo que esta viajando hacia el infinito; después nos tocara una partida de air hockey; y finalmente, una pelea de bolas de nieve contra tus compañeros.

Después de esto tendremos unos créditos también muy vistosos, y todo habrá terminado… ¿o no?

Si comenzamos partida, saltará la intro y en esta ocasión, el juego nos deja nuevamente en el pequeño pueblo de pingu, todo para ¡¡poder jugar a distintos minijuegos!! El juego nos apremia el terminarlo con otros 4 minijuegos: el escondite, una versión diferente del Tetris, el juego de pesca pero sin fin y, por último, un rompecabezas en el que tendremos que mover unos recuadros para formar una imagen.

Me gusta mucho este juego. Ya no solo por encarnar a un personaje al cual le tengo un afecto especial, que, quieras o no, da puntos para que el juego te guste, si no porque el apartado visual es tan bonito, y los minijuegos son tan entretenidos, que ha conseguido hacer algo distinto. En su época lo más común era que los juegos de franquicias fueran poco inspirados, y que el parecido con el carisma del personaje fuera pura coincidencia. Tom Crate centró su juego en Pingu y su forma de ser, y de ahí que este sea un juego sea para recordar.

Tocando un poco el tema de la serie, Otman Gutmann creó Pingu en 1986, una serie que tuvo una gran fama especialmente en Japón, Latinoamerica y en ciertas partes de Europa. Una serie que ha estado activa hasta principios del 2000. En 2018 hubo una serie estilo digital que fue emitida en Japón con una gran. aceptación teniendo dos temporadas finalizando en 2019. David Husselhoff, un actor conocido por su participación en los “Vigilantes de la playa” o “El coche fantástico”, le dedicó un rap. Un trozo de esa canción se utilizo para la intro de nuestro querido pingüino.

¡Os animo a jugarlo! Si habéis conocido a este entrañable personaje lo disfrutareis como si tuvierais 7 años y estuvierais desayunando viendo a Pingu mientras os preparáis para ir a la escuela. En caso contrario, si os gustan los minijuegos os puede llegar a gustar, ya que los infinitos son bastante entretenidos y están bien ideados para que le sigas echando el rato al cartucho. No hace falta comenzar la partida desde 0, ya que podremos utilizar una contraseña que lleva directamente al nivel post créditos. Para conseguirla, solo debes pulsar select durante la partida mientras no estés en un minijuego o cinemática.

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